lunes, 15 de agosto de 2016

Nuestros años de aprendizaje* por Carla Wainsztok

I Las humanizaciones entre las palabras y las promesas

Escribir en tiempo presente, escribir en el tiempo presente. Escribir luego de perder unas elecciones. Las elecciones y las lecciones. Estos son nuestros años de aprendizaje. Recuperar los fragmentos para construir un discurso amoroso y pedagógico. Escribir para (re) construir las esperanzas. Las esperanzas y las escrituras. Buscar las palabras para nombrar lo que (nos) está sucediendo. Buscar en las lecturas, nuevas señales. Volver a empezar, volver a leer. Leer desde el Sur, desde las islas y el continente. Dejar de leer desde carabelas y calaveras. Leer vitalmente, pensar vitalmente. Escribir en presente y con las presencias de quienes estuvieron aquí un rato antes que nosotras/os.

Pensar y leer en clave pedagógica lo que (nos) pasa. Convertir las tristezas en una experiencia pedagógica. Preguntar y problematizar de modo relacional, complejo y mestizo. ¿Por qué nuestra formación escinde políticas educativas y gramáticas pedagógicas? ¿Por qué nuestra formación es binaria y dicotómica? ¿Qué relaciones existen entre nuestras formaciones culturales y económicas?

Las políticas educativas se desplegaron (escribir en pasado) en forma de escuelas, universidades, neetbooks, violines, fines. ¿Y las gramáticas pedagógicas? ¿Quién narró nuestras historias? ¿Quién narró nuestros derechos? ¿Quiénes escribieron los manuales? El derecho a conocer es también el derecho a conocer nuestros derechos. ¿Faltó tiempo? Construir los tiempos, ensanchar los tiempos, agrandar los tiempos. ¿La escisión nos jugó una mala pasada? ¿Existen las malas pasadas?

Si del “otro lado” había una máquina de producir sentidos, descalificaciones y agravios ¿no hubiera sido necesario construir gramáticas políticas y pedagogías educativas? Gramáticas educativas, políticas pedagógicas. En este caso el orden de las palabras no altera la idea de unir políticas educativas y gramáticas pedagógicas. ¿Quién narró la historia de las pedagogías de las ternuras?
¿Acaso el eurocentrismo no habita(ba) las escuelas y las universidades construidas? ¿Y en las orquestas qué formaciones pedagógicas y educativas hubo? ¿Se nombró las historias de los analfabetismos en Fines? ¿Se contó la historia de la CREAR?

Hurgar en nuestras historias para insistimos convertir las tristezas y los errores en nuestras experiencias pedagógicas.

Salir del enojo, la resignación y mirar las estrellas. Las estrellas también nos miran y nos guían. Ellas no saben de iras. Mirar hacia arriba para problematizar, levantar la mirada del piso, salir del lugar de la queja y construir. Arriba la luna volverá.

Volver a elegir ser protagonistas de nuestras historias. Buscar las palabras que nos acompañan en nuestras perplejidades. Estos días parecen extraños y lo son. El extrañamiento y la alienación. Sentirse una extraña, un extraño en el propio territorio. ¿Podemos (nos) tanto? ¿Cómo recuperar derechos y deseos? ¿Cómo no desheredarnos de nuestras memorias? Memorizarnos. Conocemos las memorias y conocemos de memoria las plazas, nuestras plazas, todas las plazas.

Buscar las palabras para habitar(nos) y desear(nos) de nuevo. Palabras y calles. Tomar las palabras, tomar las calles. Las palabras y las promesas. Volver, diferentes, mejores reuniendo los fragmentos de nosotras/os. No es casualidad que nuestra formación (nos) escinda.

Tiempos pedagógicos, temporalidades pedagógicas. Temporalidades ancestrales. Pasados, presentes y futuros. Conversaciones amorosas entre nuestros pueblos originarios y las filosofías existencialistas. Preguntas filosóficas por nuestro puesto en el cosmos. Preguntas filosóficas por nuestro puesto en el cosmos bajo la Cruz del Sur.

Con versos y reversos de nuestras historias nos humanizamos y aprendemos. Luces y sombras de nuestras (id) entidades. Pedagogías de las presencias y las ausencias. Pedagogías poéticas. Poéticas de las pedagogías. Ficciones y alfabetizaciones.

Las historias están desprovistas de positivismos. Aprender a leer no linealmente. Ni la vida, ni las biografías, ni las historias son lineales. Las definiciones para las existenciarias y los existenciarios son abstracciones. Por ello los nombres, nombrar para llenar de sentidos nuestras historias, nuestros presentes, nuestros porvenires.

Leer a contrapelo, a pie de página ¿las páginas tienen pelos y pies? Leer las citas. Citarnos con las palabras, con las promesas. Hace un tiempo nos prometimos volver.

II ¿Cómo no hacer pedagogías?

¿Cómo nos vinculamos con el mundo? Nos vinculamos con las mujeres y los hombres, con los pueblos por medio de las palabras. En medio de las palabras. Nos vinculamos con los conocimientos por medio de las palabras. En medio de las palabras. Nos relacionamos al mismo tiempo con las mujeres, los hombres, los pueblos y los conocimientos.

Vincularnos con las curiosidades. ¿Qué (nos) sucedió? ¿qué (nos) está acaeciendo? Pensar los límites del conocimiento y los conocimientos límites. Entre el acaso y el acaecer.

¿Qué hicieron en el exilio Rodríguez y Freire? ¿Qué hizo el maestro Luis Iglesias en la cárcel? ¿Qué pensó Martí en prisión? ¿Qué escribió Saúl Taborda cuando fue expulsado del Colegio Nacional de La Plata y tuvo que volver a Córdoba?

Encerrados, expulsados, exiliados practicaron las libertades, es decir las pedagogías.

De Córdoba a Estraburgo. Saúl Taborda lector del sociólogo George Simmel. En 1914 Simmel comenzó a dar sus cursos de Pedagogía en Estrasburgo. Para fines de 1915 la Universidad era un hospital de campaña. Construir pedagogías en los exilios, en las cárceles, en las guerras.

Producir pedagogías de las ternuras en los exilios, en las cárceles, en las guerras. Aún entre exilios y guerras no producir gramáticas pedagógicas bélicas. Ni desertores, ni castigos corporales, ni silbatos ni formaciones militares.

Construir pedagogías en tiempos extraños, deshabitados y devastados. La pregunta no es ¿cómo hacer pedagogías? La pregunta es ¿cómo no hacer pedagogías? ¿Qué otra tarea más bella y necesaria?

Meter las manos en el barro, en las tizas y modelar una pedagogía des-escolástica. Sin letanías medievales. Forjar gramáticas pedagógicas para pensar y problematizar ¿Quiénes estamos siendo? ¿Qué estamos cono(ciendo)?

¿Por qué se pudieron desarmar tan rápido los programas educativos? Y ¿si los programas fueran derechos y deseos? Y ¿si en los programas se hubieran narrado nuestros derechos y deseos? Programas-narrados. Narrar los programas. Programas y pentagramas. Pentagramar los derechos a las orquestas.

La clase dominante viene a cortar y coartar las transmisiones. Viene a impedir los diálogos entre generaciones. En el bicentenario de la Independencia o debemos escribir dependencia. ¿En qué dependencias oscuras se intenta desmemorizar, deshistorizar?

Quieren que nos quedemos sin palabras. Por ello venimos a nombrar lo indecible o intentarlo. Nombrar para denunciar y anunciar.

Los derechos- deshechos. Desechar los derechos. Reconstruir anhelos de derechos, deseos y libertades. Las transmisiones y las libertades.  Las lenguas de las libertades. ¿En cuántas lenguas nombramos nuestros derechos? ¿En cuántas lenguas nombramos nuestras historias?

De las conquistas heredamos las cruzadas y las palabras. Las palabras cruzadas. Las gramáticas raciales y raciales. Descruzar las lenguas, las lenguas pueden ser filosas. Esperanzar las lenguas.

Desgramatizar la crueldad. Gramatizar las igualdades y los anhelos de libertades. La educación no es una práctica para la libertad. La educación es una práctica de la libertad. Libertades, esperanzas y dignidades.

Pedagogías de las dignidades. Pedagogías de los abrazos. Pedagogías abrazadoras y abrasadoras. Crear escuelas, universidades, repartir derechos en formas de neetbooks, violines y al mismo tiempo inventar e inventariar pedagogías de las ternuras y dignidades.

¿Cómo se distribuyen las ternuras y las dignidades? Inventar e inventariar una formación docente ética y política mirando el rostro del otro. Las otredades. Distinguir las gramáticas liberales individuales de las gramáticas de las singularidades y las pluralidades. Pedagogías singulares para singularidades y pluralidades.

¿Qué efectos produce la letra con sangre entra en la formación docente? Herederas y herederos del maltrato. Deformaciones de tratos malos. Repetir contenidos, conceptos y malas maneras.

El neocolonialismo en esto es maestro. Pedagogía de la crueldad. Restaurar la autoridad-autoritarismo. Restaurar el odio de clases. Clases de odio. La restauración conservadora, conserva la raíz de una matriz sangrienta. La letra con sangre entra.

Imaginar un mundo sin meritocracia. Imagínate un mundo sin meritocracia. La falsa cercanía es alejamiento. Falsa cercanía y falsificación de nuestras historias. O mejor dicho la falsa cercanía y la deshistorización. Extrañamiento. ¿Extranjeras y extranjeros en nuestras tierras? Volver de lo siniestro como una experiencia pedagógica. Volver lo siniestro una experiencia pedagógica.

III Comunidad, común unidad

Nadie vuelve sola, solo. Pensar con otros, (con) versar. Compartir los cuentos. Saber contar. Las comunidades no son iguales a la suma de las partes. Las singularidades se construyen, se realizan cuando caminamos juntas y juntos. Las singularidades se pluralizan en el caminar. Comunidad no es sólo la común unidad. Comunidad es la mutualidad. El don, las temporalidades.

Temporalidades políticas y pedagógicas. Vivir es tener tiempo. Vivir en (nuestro) tiempo. Construir las esperas, amar las esperanzas y no desesperar.

Comunidad es compartir, convidar. Convidar es vida con otras/os. Mejor vida con otras/otros. Vidas mejores con otras y otros.

Las singularidades eligen sus formas y modos de expresarse, hacer y ser política, hacer y ser palabras, hacer y ser gremios, hacer y ser pedagógicas y pedagogías, hacer y ser centros de estudiantes/es. Hacer y ser cooperativistas, hacer y ser movimientos sociales.

Estar en movimiento, estar movilizadas y movilizados. Movimiento pedagógico latinoamericano. Estar conmovidas y conmovidos, estar conmovilizadas y conmovilizados.

La tarea es a(r)mar los seres y haceres dispersos en una gran gramática latinoamericana. Gramáticas nuestroamericanas conmovedoras y esperanzadoras. Susurros y rumores de una vuelta, de un movimiento, del movimiento de una vuelta bien revuelta.

*publicado en Revista Solidaridad Global, Año 13-Nro. 27, Julio-Agosto 2016, Universidad Nacional de Villa María. 
http://www.unvm.edu.ar/archivos/repository/Voces/Solidaridad_archivos/Solidaridad_Global_27_2016.pdf