sábado, 20 de julio de 2013

Exposición del sociólogo Arturo Fernández en el panel de La Sociología en la Cárcel, X Jornadas de Sociología



X     JORNADAS   DE   SOCIOLOGÍA   (JULIO 2013)
PANEL: LA SOCIOLOGÍA EN LA CÁRCEL (Programa UBA XXII) – 3/7/13

Arturo Fernández

Hola, buen día a todos:
Ante todo, agradecer la invitación a participar de este panel y esto, por favor, no es una formalidad, pero quiero decir que es inmerecido estar acá compartiendo este espacio con las/los compañeras/os que desde hace más de 25 años están luchando día a día y cuerpo a cuerpo por preservar este Programa. Estoy aquí por una imprescindible necesidad de compartir experiencias y vivencias y por qué no, rebeldías.
Formo parte de la Cátedra Teoría Social Latinoamericana, una materia optativa de nuestra carrera. Cuando en mayo de 2010 la adjunta de la cátedra Carla Wainsztok me comunicó que los estudiantes del CUD habían pedido la materia me planteó si me animaba a hacerme cargo, lo tomé con un desafío como docente en un ámbito que desconocía y como un deber militante, coadyuvar a un espacio que es imprescindible preservar. Me viene a la memoria las frases de Martí: “Pensar es servir”, “Conocer es resolver”.
Cuando a mediados de junio 2010 fui por primera vez, me quedé gratamente impresionado, sabía lo que era el CUD pero ahora estaba ahí. El recorrer sus aulas, entrar al Aula Magna, conocer sus bibliotecas y escuchar que me cuenten sus proyectos fue realmente  conmovedor. Toda una experiencia de autogestión, todo un espacio de pertenencia. En ese momento me acuerdo que sentí que la UBA también está ahí y con una dosis de ingenuidad, y a pesar de estar en un penal me pareció que de alguna manera entraba a la UBA y nuestra carrera estaba presente.
Y empezaron las clases. Iban a ser 4 alumnos o mejor 4 compañeros estudiantes. Después 3, pero uno de ellos, Horacio se le complicaba porque al mismo tiempo estaba cursando Letras, así que compartimos ese primer año con Cacho y con Guillermo. Me cuenta Cacho que estuvo enseñando en la cátedra de Sociología en el CBC donde yo enseño. Guillermo me pone al tanto que conoció a Jauretche aunque hoy se me ocurre decir que, Jauretche lo conoció a él. Meses después surgió un conflicto por la prepotencia del SPF y 7 compañeros estuvieron más de 40 días en huelga de hambre, entre ellos mi alumno Rodolfo Rodríguez, Cacho.
La verdad que desde un principio me llamó la atención el respeto hacia nuestro trabajo docente de parte de los compañeros estudiantes. Su compromiso con la materia y la apertura para el debate. Hay preguntas y planteos que los cuento entre las mejores interrogantes hechos en mi carrera docente. Claro, desde un prejuicio o desde el sentido común alguien podría sorprenderse o preguntarse si es posible la aventura del conocimiento o la producción de conocimiento, el ejercicio del pensamiento crítico en condiciones de encierro.  
Me viene a la memoria la famosa frase de Sartre: “Los seres humanos están condenados a ser libres”, vale decir no pueden dejar de serlos. Por ende son responsables de sus actos. Y al retrucarle, maestro pero ¿los que están presos? El padre del existencialismo contestaba que tienen suspendido su derecho a la libertad pero en esas condiciones y a pesar de todo, pueden optar qué hacer. Nuestros compañeros estudiantes asumieron en la práctica la responsabilidad de construir y defender en la cárcel un espacio para la reflexión y para su formación. Seguramente es un ejemplo para los que estando afuera y con todas las libertades en ejercicio más de una vez nos dejamos carcomer por frivolidades o egocentrismos.
Me pregunto ¿cómo plantearse la imaginación sociológica desde dicho lugar? Cómo los compañeros se pueden plantear un vínculo con una sociedad que desprecia la institución represiva donde están!! Difícil, tal vez heroico, pero por lo menos nuestro CUD potencia para la libertad y el despliegue del pensamiento.
Y  en ese contexto, desde la materia, les propongo PENSAR AMÉRICA LATINA DESDE AHÍ, no sólo desde la elucubración teórica sino desde lo cotidiano, lo vivencial de compartir ese espacio de encierro con hermanos de otras partes de Nuestra América. Todo un desafío. En eso estamos embarcados.
Una última cuestión. Quiero reivindicar al CUD y al CUE como ámbitos de encuentro, de diálogo, de transmisión mutua, alejado de falacias de autoridad por la cual cuando llega el docente llega “el saber” y al irse se va raudamente con él. No, seguramente todos ustedes con más experiencia que yo, acuerdan que ante todo es un encuentro entre pares.
Decirles entonces, a los  estudiantes que me soportaron, a….
Rodolfo Rodríguez (Cacho), Guillermo Fernández Laborda, Horacio Senet, Pedro Melnik Montenegro, Martín Romero, Fabio Galante, Juan Carlos Pérez, Leonardo Fernández, Enrique Pelay (Quique) y Mauricio Severi.
A TODOS ELLOS QUIERO RECORDARLES QUE EL COMPAÑERO QUE LEYÓ ESTAS LÍNEAS, TAMBIÉN APRENDIÓ MUCHO DE USTEDES.
Gracias.




1 comentario:

  1. Hola Arturo, soy Quito. Ando queriendo encontrarte! Mi mail es perfhorm@yahoo.com.ar

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