jueves, 7 de septiembre de 2017

Geonarrativas Volver a (leer) Freire. por Carla Wainsztok



Geonarrativas
Volver a (leer) Freire

por Carla Wainsztok

1. Leer desde el sur. Pensar del sur. Desde el sur del ser. Ser desde el sur. El sur como un espacio y un tiempo esperanzadores. El sur que no quiere muros y anhela murales pintados de esperanzas. El muralismo también es pedagogía. Pedagogía de la esperanza. Las esperanzadas pedagogías.
“Por otro lado, sin poder siquiera negar la desesperanza como algo concreto y sin desconocer las razones históricas, económicas y sociales que la explican, no entiendo la existencia humana y la necesaria lucha por mejorarla sin la esperanza y sin el sueño. La esperanza es una necesidad ontológica, la desesperanza es esperanza que, perdiendo su dirección, se convierte en distorsión de la necesidad ontológica” (1).

Ontologías y espacios. Espacios para las ontologías. El logos desde el sur.

Leer y escribir desde el Sur como geonarrativas. En plural. Geonarrativas de estados educadores plurinacionales.

Geonarrativas que problematicen las propias lecturas de textos y contextos.
Las lecturas de (los) mundos.

¿Qué es entonces leer (desde el sur)? Leer apasionadamente y leer las pasiones. Las pasiones biográficas, comunitarias. Las pasiones de las polis. Las pasiones que se dirimen en Nuestra América Latina.

Pasiones que no se dirimen en un instante, historia de pasiones. Pasiones  históricas. Las pasiones y los medios. Los medios de las pasiones. Es que estamos hechos de historias y de pasiones. Historias que no son lineales, lecturas que tampoco pueden serlo. Lecturas críticas, lecturas en diagonales. Lecturas críticas y por eso juguetonas. Saltar las palabras, asaltar las palabras.

Historias que vienen de lejos, historias de viejos tiempos. Narrar los tiempos. Tiempos narracionales.

Cuentan que Scherezade narraba para no morir, no es cierto. Scherazade narraba para no desesperar.

Cuentan que Ariadna tiró un hilo y  que ese hilo desenredó un laberinto. Los laberintos de las memorias. Las memorias entre laberintos.

Cuentan las Abuelas y siguen contando. Cuentan (con) infinito amor. Contar hasta el infinito. Leer hasta el infinito. Leer el infinito.
Leer es pensar. Leer no es repetir.

“En la alfabetización de adultos, como en la pos-alfabetización, el dominio del lenguaje oral y escrito constituye una de las dimensiones del proceso de expresividad. El aprendizaje de la lectura y de la escritura, por eso mismo, no tendrá significado real si se hace a través de la repetición puramente mecánica de sílabas” (2).

Repetir que tampoco es ser habladas/os por otras y otros.
“Cada uno de nosotros es un ser en el mundo, con el mundo y con los otros. Vivir o encarnar esta comprobación evidente, en cuanto educador o educadora, significa reconocer a los otros, ya sean alfabetizandos o participantes en cursos universitarios, alumnos de escuelas primaria o miembros de una asamblea popular- el derecho a decir su palabra” (3).

Derechos y deseos de decir las palabras, nuestras palabras. Estamos deseosas y deseosos de palabras. Estamos siendo entre palabras. Damos las palabras. Damos palabra. Estamos haciendo mundos entre palabras, mundos-palabras. Estamos entre palabradas/os.

Leer es citar.
Citar a Freire. Citarnos con Paulo. Encuentros y lecturas amorosas. Leer desde la amorosidad de los pueblos, desde la amorosidad a los pueblos.

“Si nada queda de estas páginas, esperamos que por lo menos algo permanezca: nuestra confianza en el pueblo. Nuestra fe en los hombres y en la creación de un mundo en el que sea menos difícil amar” (4).

Leer es recitar. Poéticas pedagógicas.
“Más allá, para cada uno, leer y recordar sus lecturas, o sus escapadas culturales, sirve para proyectar un poco de belleza sobre lo cotidiano, para dar un trasfondo poético a la vida (...)” (5).

Seguir leyendo en:




No hay comentarios:

Publicar un comentario