Geonarrativas
Volver a (leer) Freire
por Carla Wainsztok
1.
Leer desde el sur. Pensar del
sur. Desde el sur del ser. Ser desde el sur. El sur como un espacio y un tiempo
esperanzadores. El sur que no quiere muros y anhela murales pintados de esperanzas.
El muralismo también es pedagogía. Pedagogía de la esperanza. Las esperanzadas
pedagogías.
“Por otro
lado, sin poder siquiera negar la desesperanza como algo concreto y sin desconocer
las razones históricas, económicas y sociales que la explican, no entiendo la
existencia humana y la necesaria lucha por mejorarla sin la esperanza y sin el
sueño. La esperanza es una necesidad ontológica, la desesperanza es esperanza
que, perdiendo su dirección, se convierte en distorsión de la necesidad
ontológica” (1).
Ontologías
y espacios. Espacios para las ontologías. El logos desde el sur.
Leer y
escribir desde el Sur como geonarrativas. En plural. Geonarrativas de estados educadores
plurinacionales.
Geonarrativas
que problematicen las propias lecturas de textos y contextos.
Las
lecturas de (los) mundos.
¿Qué es
entonces leer (desde el sur)? Leer apasionadamente y leer las pasiones. Las
pasiones biográficas, comunitarias. Las pasiones de las polis. Las pasiones que
se dirimen en Nuestra América Latina.
Pasiones
que no se dirimen en un instante, historia de pasiones. Pasiones históricas. Las pasiones y los medios. Los
medios de las pasiones. Es que estamos hechos de historias y de pasiones.
Historias que no son lineales, lecturas que tampoco pueden serlo. Lecturas
críticas, lecturas en diagonales. Lecturas críticas y por eso juguetonas.
Saltar las palabras, asaltar las palabras.
Historias
que vienen de lejos, historias de viejos tiempos. Narrar los tiempos. Tiempos narracionales.
Cuentan
que Scherezade narraba para no morir, no es cierto. Scherazade narraba para no
desesperar.
Cuentan
que Ariadna tiró un hilo y que ese hilo
desenredó un laberinto. Los laberintos de las memorias. Las memorias entre
laberintos.
Cuentan
las Abuelas y siguen contando. Cuentan (con) infinito amor. Contar hasta el
infinito. Leer hasta el infinito. Leer el infinito.
Leer es
pensar. Leer no es repetir.
“En la
alfabetización de adultos, como en la pos-alfabetización, el dominio del lenguaje
oral y escrito constituye una de las dimensiones del proceso de expresividad. El
aprendizaje de la lectura y de la escritura, por eso mismo, no tendrá
significado real si se hace a través de la repetición puramente mecánica de
sílabas” (2).
Repetir
que tampoco es ser habladas/os por otras y otros.
“Cada uno
de nosotros es un ser en el mundo, con el mundo y con los otros. Vivir o
encarnar esta comprobación evidente, en cuanto educador o educadora, significa
reconocer a los otros, ya sean alfabetizandos o participantes en cursos
universitarios, alumnos de escuelas primaria o miembros de una asamblea
popular- el derecho a decir su palabra” (3).
Derechos
y deseos de decir las palabras, nuestras palabras. Estamos deseosas y deseosos
de palabras. Estamos siendo entre palabras. Damos las palabras. Damos palabra.
Estamos haciendo mundos entre palabras, mundos-palabras. Estamos entre palabradas/os.
Leer es
citar.
Citar a
Freire. Citarnos con Paulo. Encuentros y lecturas amorosas. Leer desde la amorosidad
de los pueblos, desde la amorosidad a los pueblos.
“Si nada
queda de estas páginas, esperamos que por lo menos algo permanezca: nuestra
confianza en el pueblo. Nuestra fe en los hombres y en la creación de un mundo
en el que sea menos difícil amar” (4).
Leer es
recitar. Poéticas pedagógicas.
“Más
allá, para cada uno, leer y recordar sus lecturas, o sus escapadas culturales,
sirve para proyectar un poco de belleza sobre lo cotidiano, para dar un
trasfondo poético a la vida (...)”
(5).
Seguir
leyendo en:
http://www.unvm.edu.ar/archivos/repository/Voces/Solidaridad_archivos/Solidaridad_Global_29_2017.pdf
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