DIEZ PREGUNTAS
SOBRE LA DECADA KIRCHNERISTA (IV)
“HEMOS RECUPERADO LA CAPACIDAD DE SOÑAR DESPIERTOS”
Entrevista a Roberto Berrozpe
Elías Quinteros: En la elección presidencial del año 2003,
en las postrimerías del mandato de Eduardo Duhalde, veinte millones de
argentinos repartieron sus votos entre Carlos Menem (Frente por la Lealtad - Unión del Centro
Democrático), Néstor Kirchner (Frente para la Victoria), Ricardo López
Murphy (Movimiento Federal para Recrear el Crecimiento), Adolfo Rodríguez Saá
(Movimiento Popular Unión y Libertad), Elisa Carrió (Afirmación para una
República Igualitaria), y Leopoldo Moreau (Unión Cívica Radical). ¿Qué pensabas
de Néstor Kirchner antes del acto eleccionario?
Roberto Berrozpe: En 2003 el ambiente era muy escéptico. Yo
participaba de la militancia territorial en Berazategui, éramos perseguidos y
reprimidos, veníamos de una época de ostracismo cultural y mucha pobreza. La
traición de Menem que en nombre del peronismo destruyó el Estado. Los políticos
eran vistos como los principales corruptos. El entonces presidente era Eduardo
Alberto Duhalde que tenía una política de represión sobre los movimientos
sociales. El año anterior, 26 de julio de 2002, en una represión de la Policía sobre una protesta
en el puente Pueyrredón de los movimientos de desocupados caen asesinados Kosteki
y Santillán. Esto marca un final para Duhalde que se ve obligado a poner una
fecha para las elecciones presidenciales. No olvidemos que Duhalde no había
sido elegido por voto popular sino que había llegado mediante intrigas en el
congreso en el conflicto desatado en diciembre de 2001. En ese contexto de
fuerte cuestionamiento al sistema político es que aparece la figura de Néstor,
para mí era un total desconocido. Esa figura desgarbada y que venía de la mano
de Duhalde no nos infundía mucha confianza. Me acuerdo de las fuertes discusiones
que planteábamos acerca de la necesidad de unificar todas nuestras luchas.
Desde el 2001 veníamos con una fuerte movilización pero no se lograba impulsar
un movimiento político que lograra articular todas las luchas y que concretara
un gobierno popular. Esta dificultad de unidad se ve en la cantidad de
candidatos que se presentan y de la dispersión del voto. Con un fuerte
componente de descreimiento. En líneas generales no le creíamos a nadie.
EQ: Tras asumir como presidente, Néstor Kirchner tuvo que
enfrentar una serie de situaciones graves que requerían soluciones urgentes, en
un contexto nacional e internacional que no favorecía la gestión gubernamental.
¿Qué hechos constituyeron sus logros más importantes?
RB: Lo primero que nos llamó la atención fue el cambió en la
actitud hacia los movimientos sociales. La no represión de la protesta social.
La atención a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, dando cabida a sus reclamos e
instrumentando acciones para dar respuesta. Se suma al gabinete a Eduardo Luis
Duhalde (el bueno, como dicen los compas) como Secretario de Derechos Humanos. Descabezamiento
de las FFAA. El tema de las paritarias es muy importante porque se reconoce y
se le da otra entidad al movimiento obrero, comienza a tener otro protagonismo
en la realidad política. La quita de la deuda externa, que es histórica. El
rechazo al FMI. Reforma de la Corte Suprema
de Justicia terminando con la mayoría automática del menemismo e impulsando a
juristas de renombre como Eugenio Zaffaroni. Una de las discusiones que empieza
a plantearse en las organizaciones populares es si el Estado podría ser una
herramienta de transformación. Este debate es muy fuerte ya que el Estado había
sido utilizado para reprimir, asesinar y desaparecer en las décadas pasadas. Para
muchos el Estado era el enemigo. Muchas organizaciones se vuelcan hacia dentro
del Estado y se logra reorientar su política. Néstor Kirchner es el gran intérprete
de la crisis del 2001 y logra aunar al movimiento popular tomando sus
reivindicaciones y llevándolas como banderas de su gestión. Creo que el momento
que mejor simboliza esto es el No al ALCA logrado en 2005. Es un momento de
mucha movilización de las organizaciones populares y de fuerte protagonismo de
los líderes de América Latina. Néstor demostró ahí su gran capacidad y altura
política.
EQ: En el año 2007, Néstor Kirchner no buscó la reelección
presidencial. Por ese motivo, Cristina Fernández fue designada como candidata
del Frente para la Victoria.
Y, posteriormente, fue elegida como presidenta de la Nación. ¿Qué pensaste en
ese momento respecto de dicha cuestión?
RB: En ese momento el kirchnerismo ya era una entidad
palpable. Es decir había un movimiento político que asumía la gestión de Néstor
y una muy fuerte adhesión a todas las políticas desplegadas. Fue un desafió
importante. Porque la candidatura de Cristina plantea la cuestión de construir
liderazgos alternativos, por alrededor de la figura que ya representaba Néstor.
Es decir todo lo hecho hasta ese momento por el kirchnerismo era referenciado
en la figura de Néstor. Cómo construir referencias políticas que puedan ser las
continuadoras de lo ya realizado. Siempre ha sido un gran tema la sucesión del
líder en el movimiento popular. En ese sentido creo que se logró realizar ese
salto cualitativo. La otra gran cuestión que se plantea en esta elección es el
tema de la figura femenina como referente del movimiento. Ha habido en la
historia figuras emblemáticas de mujeres con fuerte vocación política. Pero
Cristina es la primera Presidenta elegida por voto popular en la historia
argentina. Esto planteaba un desafío a la cultura machista argentina. Que creo
vamos poco a poco superando y hoy Cristina tiene una muy fuerte adhesión y se
ha consolidado como la gran figura del kirchnerismo.
EQ: En el año 2008, la pretensión gubernamental de aplicar
un sistema de retenciones móviles a las exportaciones de trigo, maíz, soja y
girasol, mediante la implementación de la Resolución Nº 125 del
Ministerio de Economía, generó un conflicto con las cuatro organizaciones de
productores agrícolas y ganaderos que integraron la Mesa de Enlace (Sociedad
Rural, Federación Agraria, Confederaciones Rurales Argentinas y Confederación
Intercooperativa Agropecuaria). Tal conflicto duró más de cien días y comprendió
paros patronales, piquetes rurales en las rutas y en los puentes, manifestaciones
callejeras en las ciudades, cacerolazos, desabastecimiento de alimentos,
aumento de precios, despidos de trabajadores, incendios de pastizales y hechos
de violencia en general. ¿Qué sentiste durante su desarrollo?
RB: Una de las cuestiones que ya se había instalado era que
la política en sí misma no era ni buena ni mala. Era entendida como una actividad
humana la cual según el carácter de quién la ejerciera le imprimía su
orientación. Así, hay políticos corruptos como Menem y De la Rúa o políticos honestos y
audaces que le dan un sentido diferente como Néstor y Cristina. Para mí la
política que desarrolló Néstor y que hoy lleva adelante Cristina es una
política de la transformación. Ahora bien, en el 2008 se hablaba de política en
casi todos lados y ya no era tan sentida como sinónimo de corrupción. Había un
debate ganado en ese sentido. Entonces el conflicto por la 125 nos agarra en
una situación de diálogo o debate de la sociedad, de expectativa con relación
al modelo político que se viene desenvolviendo. Lo que irrumpe con la 125 es la
radicalización de las posturas políticas y se quiebra en dos el espacio social.
Por lo que unos salen a apoyar al mal llamado “campo” y otros al kirchnerismo.
El conflicto atraviesa a toda la sociedad, difícil era no encontrarse con
alguien que tuviera una opinión sobre el tema. En los barrios se acerca mucha
gente a nuestro local tanto a pedir información como a participar de los
debates que se suceden. Era muy extraño porque al fin y al cabo se estaba
discutiendo qué hacer con la renta extraordinaria que obtenían los empresarios
agroexportadores y de la diferenciación entre productores pequeños, medianos y
grandes. El problema era la ganancia extraordinaria de los grandes
conglomerados. Y veías a un quiosquero salir a protestar contra la 125. Fue el
momento de la militancia. Nosotros participamos muy activamente en ese
conflicto movilizando y dando el debate y brindando información para permitir
un análisis diferente al planteado por los medios hegemónicos de comunicación
que fogoneaban claramente en contra del gobierno y la 125. Si bien al final la
125 fue rechazada por el congreso, el debate que se produjo en la sociedad
permitió clarificar acerca de lo que defendía este gobierno y de qué querían
los empresarios agroexportadores. También esclareció hacia dentro quienes
apoyaban el modelo y quienes eran oportunistas. Muchos políticos oportunistas
saltaron a la vereda de enfrente. Otras organizaciones se partieron por este
conflicto porque muchos por jugar de oposición al estilo noventista buscaron
enfrentar al gobierno por la 125 cuando claramente era una medida progresista y
de distribución de la riqueza. Y mucha militancia que tenía críticas hacia el modelo
pasó a engrosar las filas del kirchnerisdemo. Esta militancia entendió que este
gobierno tenía muchas cosas por mejorar pero que tenía y tiene la vocación de
hacerlo. Este es un gobierno que hizo muchas cosas pero que no se duerme en sus
laureles y continuamente plantea nuevos desafíos. Con esto la 125 fue un debate
necesario para fortalecer el movimiento y permitió un salto cualitativo de la
sociedad argentina.
EQ: Al igual que Néstor Kirchner, Cristina Fernández no tuvo
una vida tranquila durante el desarrollo de su primera presidencia (enfrentamiento
con las organizaciones de productores agrícolas y ganaderos, con el grupo de
empresas Clarín, con los partidos políticos de la oposición, etc.). ¿Qué
aspectos fueron los más relevantes?
RB: Creo que el punto acá es la derrota electoral de 2009 en
la provincia de Buenos Aires del kirchnerismo a manos del empresario De
Narváez. Si bien a nivel nacional el proyecto nacional saca más votos. De
Narváez siendo propietario de medios de comunicación, contando con un apoyo de
todos los medios hegemónicos de comunicación y con una campaña mediática logra
vencer por poco margen al kirchnerismo lo que trae aparejado una crisis política
hacia dentro de la propia fuerza. Digamos, exagerando un poco, que un
empresario con una amplia cobertura mediática logra vencer a un movimiento
político con una mediana inserción en las bases populares. Era claramente el
modelo político de los noventas, un pope renombrado por los medios, frente a un
cuadro político bancado por la militancia territorial. Hay un detalle que no debemos
perder de vista: la provincia de Buenos Aires había sido un bastión duhaldista
y con la ruptura del año anterior había mucha estructura que respondía al PJ
tradicional y que veía a Néstor como un intruso. Hubo mucho fraude en las
urnas. Entonces se plantea la siguiente cuestión ¿El kirchnerismo como fuerza
política estaba agotado? Ante toda la gestión realizada por el gobierno
nacional, tanto en políticas sociales, la inversión en infraestructura, el
crecimiento económico ininterrumpido a tasas chinas, el descenso de la
desocupación, entre otras cuestiones, surgía la incógnita de si era un problema
de comunicación, la derrota en la provincia de Buenos Aires, o era el signo del
desgaste del modelo político. Bien, ante esta incógnita, muchos empezamos a
preocuparnos y a prepararnos para lo peor. Nadie esperaba la salida política
que realizó Cristina. Se dictan la Asignación Universal
por Hijo y la ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales. Con esto el
kirchnerismo retoma la iniciativa política. Ante la derrota se decide salir
hacia delante. La ley de medios plantea la desmonopolización y golpea en el
corazón de la articulación política de los sectores económicos concentrados y
revitaliza el campo popular ya que esta ley es reclamada desde la vuelta de la
democracia y permite otra visión de la comunicación. La Asignación Universal
por Hijo también era una medida ampliamente reclamada y que junto al fin de las
AFJP, también una política implementada durante el gobierno de Cristina,
significa una gran conquista popular que da nuevos bríos a las organizaciones
populares. Queda evidenciado el quiebre con los medios de comunicación
hegemónicos que durante la presidencia de Néstor estuvieron a favor o
permanecieron neutrales, en el gobierno de Cristina se lanzan frontalmente
contra el gobierno nacional. Y a pesar de esto el kirchnerismo tiene la
capacidad de revitalizarse y superar la instancia. Siempre la salida se plantea
en la superación y la profundización de un modelo político, social, cultural y
económico que trae más justicia social, independencia económica, cultural y
política de la mano de la soberanía popular.
EQ: Aunque todavía no llegamos a la mitad de su segundo mandato…
¿Qué cuestiones ya aparecen como las más notorias?
RB: La primera es la nacionalización del 51% de YPF que le
permite al Estado tener la dirección de un resorte tan vital para el
crecimiento de cualquier país que es la energía. Repsol venía desinvirtiendo y
realizando transferencia de sus capitales hacia afuera lo que era el
vaciamiento de la empresa nacional de energía. Además, YPF es un ícono de la
independencia y autonomía argentina. Cuando hablamos de YPF hablamos de una
nación autosustentable, falta desarrollar, invertir y desandar el camino de la
desmantelación que sufrimos desde el golpe de 1976 pero vamos por buen camino.
El otro tema importante es la reforma de la carta orgánica del Banco Central de
la República Argentina.
Un gran debate del kirchnerismo abierto en 2010 donde se plantea si el BCRA
debe estar sujeto a la política del ejecutivo o debe ser una entidad autárquica.
Esto es el corazón del modelo de los noventas. A fines de 2009 nuestra Presidenta
Cristina plantea la formación de un fondo del bicentenario para afrontar el
pago de compromisos de deuda, que vale aclarar no tomó este gobierno. Entonces
ordena al BCRA que ponga a disposición 5 mil millones de dólares, en ese
entonces estaba Redrado, otro pope del neoliberalismo, que se niega y estalla
el conflicto en enero de 2010. Ahora bien, por este instrumento, el fondo del
bicentenario, Argentina se endeudaba con el BCRA y no con empresas privadas, lo
que implicaba una menor tasa de interés. La oposición junto con Redrado salen a
criticar al gobierno que quiere usar la plata del BCRA. Lo que no decían era
que si el gobierno se endeudaba con los privados tantos internos como externos
implicaba la diferencia de 8 mil millones de dólares. Es decir que mediante el
fondo del bicentenario nos ahorramos 8 mil millones de dólares, un vueltito, ¿no?
Entonces se da el debate de si la economía, entendida como el “mercado”, debe
estar supeditada a la política, al Estado, y por tanto a la dirección política
elegida por voto popular, o es la economía la que prevalece. En realidad acá
hay una cuestión que cuando hablamos de economía hablamos de mercado y cuando
hablamos de mercado debemos preguntarnos quién maneja el mercado. Entonces se
ve que los grandes grupos económicos concentrados, que son los que manipulan el
mercado, serían los que dictarían la política al Estado desconociendo la
voluntad popular. Es decir se decidiría en una junta empresarial lo que sucede
con la economía de los argentinos. Entonces la cuestión de que es el Estado el
que regula el mercado es una rearticulación de las instituciones políticas a
favor de la soberanía popular. Y dista, como algunos dicen, de ser una cuestión
contranatural sino una rearticulación de la política. Y una articulación de la
política de transformación. Así, con la reforma de la carta orgánica se da un
paso más en ese debate y se deja claramente establecido que el BCRA es un
órgano político que debe regular a los sectores financieros, es una institución
que debe estar al servicio del modelo político de transformación. Se da un paso
más en la profundización del modelo político kirchnerista.
EQ: Ultimamente, más de una persona considera que algunos
asuntos que inciden en la región, en el país o en la fuerza gobernante, no son
atendidos de la forma adecuada. Y, por ende, demandan la profundización de
algunos aspectos de la gestión y la corrección de otros. ¿Cuáles tienen que ser
profundizados? ¿Y cuáles tienen que ser corregidos?
RB: Este año hemos arrancado con un gran debate pendiente,
la justicia. Es decir el poder de la justicia. Nosotros tenemos la tripartición
de poderes. Por un lado el ejecutivo por otro el legislativo y por ultimo el
judicial. Entonces desde la vuelta de la democracia los dos primeros han sido
reformados y han sido validados por el voto popular. En cambio la justicia aun
hoy se cierra sobre su supuesta profesionalidad y autonomía de los otros
poderes y niega que deba ser sujeta a la voluntad popular. Es una cuestión
complicada, pero pensemos que aun hoy hay funcionarios dentro de la justicia
nombrados en la dictadura. Debemos afrontar la necesidad de adecuar a la
justicia a estos tiempos. No puede seguir siempre igual, debemos reformarla y
discutir su rol y su “deber ser” es parte de la democracia. Además, es una
institución más, por lo tanto no son intocables, deben cumplir con los deberes
de funcionarios públicos, y por tanto me parece perfecto que tengan que
declarar su patrimonio en forma pública y periódica. Otro tema es que me parece
interesante que se le ponga un período de ejercicio, que el personal de la
justicia asuma por un concurso público y no que prime el recurso del amiguismo.
El otro tema que me parece importante es avanzar en una reforma constitucional
para cristalizar las conquistas sociales conseguidas como el fin de las AFJP y la Asignación Universal
por Hijo. También están los temas de los recursos naturales que hoy cada
provincia dispone de ellos y creo que deberían ser administrados por la Nación. También hay cuestiones
de derecho laborables que debemos rediscutir para que queden impresos en la
constitución y no que venga un gobierno cualquiera y haga lo que quiera.
Debemos cristalizar las conquistas sociales, económicas, culturales y políticas
logradas en esta última década. Creo que otro tema es la necesidad de una
reforma financiera integral que ponga al servicio de la industria y el
desarrollo nacional al capital financiero. Pero todas estas cosas implican
grandes debates y afrontar los conflictos. Los sectores económicos concentrados
no van a ceder nada en sus intereses porque sean injustos, no son centros
caritativos, y en casi todos los casos se han enriquecido a costa del hambre y
la pobreza del pueblo. Por eso hay que poner en movimiento el pueblo y dar la
pelea. Este gobierno ha demostrado que no se duerme en sus laureles y siempre
va por más. Yo confío plenamente en la conducción política de Cristina
Fernández que ha demostrado, a pesar de las dificultades y momentos dolorosos,
tener la vocación y compromiso con su pueblo. Estoy seguro que seguiremos
profundizando este modelo de transformación.
EQ: A veces, unas palabras tienen la capacidad necesaria
para definir a una persona. ¿Qué palabras pueden retratar a Néstor Kirchner? ¿Y
qué palabras pueden retratar a Cristina Fernández?
RB: Siempre me acuerdo que Néstor nos desafiaba a que seamos
transgresores. A no aceptar el decálogo neoliberal. A no aceptar la imposición
de un mandato que no tuviera sus justificaciones y a discutirlas si es que las
tenía. Creo que la palabra que marca su personalidad es la de Transgresor.
Porque no aceptó como venían aceptando las élites políticas el consenso de
Washington. Supo aliarse a los sectores más progresista de Nuestra América como
Chávez, Fidel, Lula, Evo, Correa y Lugo. Le dijo No al ALCA impulsado por EEUU.
No practicó como sus antecesores la política del posibilismo, no aceptó el
mandato del FMI o de las transnacionales y el capital financiero, sino que
practicó una política de la transformación. La gran capacidad de Néstor fue
transformar las relaciones de fuerzas, de cambiar el destino de nuestro país.
Convocó al pueblo y junto con él demostró que la Argentina tenía una gran
potencialidad, solo había que poner el cuerpo y dar la pelea. Cristina es
nuestra Presidenta Coraje. Le tocó la peor parte. En su presidencia los medios
en seguida se dieron vuelta y comenzaron a conspirar. La fuerza propia se
fracturó dando origen al peronismo opositor, o como dicen los compas el peornismo.
Le toco instrumentar la profundización con medidas mucho más conflictivas que
tocaban intereses poderosos. La pelea por la 125, fin de las AFJP, AUH, Ley de
servicios audiovisuales de comunicación, la pelea por el BCRA y el fondo del
bicentenario, la nacionalización de YPF, la reforma Judicial, toda la inversión
en educación destinando más del 6,5% del PBI, más de 1200 escuelas, el
Procrear, la pelea con los fondos buitres, la desocupación por debajo del 7 %.
Tantas cosas ha tenido que afrontar Cristina y cuánto ha profundizado el modelo.
Obviamente que no lo ha hecho sola, estamos los militantes apoyando, y peleando
palmo a palmo. Pero ella a sabido darnos la conducción clara de por dónde hay
que ir para lograr la profundización. Nunca me voy a olvidar cuando se murió
Néstor. Un gran dolor y congoja en todo el pueblo, miles y miles de jóvenes se
lanzaron a las calles a manifestar su dolor. Me acuerdo de esa fila
interminable para verlo por última vez. De todos los lideres de los países
hermanos de Nuestra América manifestando la altura de la figura de Néstor
Kirchner para toda América Latina. Y Cristina, a pesar de haber perdido a uno
de sus seres más queridos, su compañero de vida, puso todo su empeño para
seguir adelante. No me olvido que a solo una semana de la partida física de
Néstor ella vino a Berazategui, se la veía muy dolida, pero no dejó lugar para
las dudas, en un discurso muy emotivo e interpelada por la militancia declaró:
“siempre vamos por más!”. Eso nos dio la pauta que ella a pesar del gran dolor
no iba a dar ni un paso atrás, nunca menos. Y creo que el pueblo lo interpretó
bien y la abrazó con todo su esfuerzo, eso explica la avalancha de votos del
2011, más del 54% de los votos.
EQ: Uno de los rasgos distintivos del período kirchnerista consiste
en el carácter, la cantidad, la magnitud y la importancia de los
acontecimientos que están asociados al mismo. ¿Qué hecho de este período
impactó profundamente tu vida? ¿Por qué?
RB: Podemos decir que el kirchnerismo en sí mismo es un
acontecimiento que significó todo lo que venimos hablando hasta ahora. Pero si
me decís qué hecho me parece que sea el emblemático, del cual hablamos poco, yo
creo que es la política de hermandad latinoamericana. Este hecho, el que los
presidentes latinoamericanos se sienten y se pongan a discutir qué hacer, ha
coordinar políticas, ha apoyar los diferentes procesos de cambio en América
Latina, a condicionar los intentos desestabilizadores de los sectores
conservadores como pasó en Bolivia, Ecuador, Paraguay y Honduras, es una señal
clara de que estamos viviendo en tiempos de transformación en toda la región. Y
que hay una Latinoamérica de pie. Los noventas fueron momentos muy angustiosos y
de retroceso de las fuerzas populares. Néstor y Cristina, junto a Lula, Chávez,
Fidel, Bachelet, Lugo, Evo, Mujica, Correa, Dilma, nos dan el ejemplo de que se
puede construir otra historia, otra America Latina. Mientras en los noventas
nos intentaban imponer el libreto neoliberal como el fin de la historia. Hemos
recuperado la capacidad de soñar despiertos, de que nuestros sueños se vayan
haciendo realidad. La militancia por una mayor justicia social, independencia
económica y soberanía política ha prevalecido. Siempre me acuerdo que Freire
nos dice que la libertad no te la da nadie sino que es una conquista. Por eso
hay que seguir luchando e ir por más.
EQ: Una gestión gubernamental puede afectar la existencia de
una persona, en uno o en varios aspectos, positiva o negativamente. ¿Qué cambió
en la tuya a partir de la asunción presidencial de Néstor Kirchner?
RB: Mi vida cambio radicalmente. Antes en los barrios éramos
perseguidos por las patotas de Duhalde, que hoy aún siguen estando, pero están
más condicionadas. Hay un Estado presente al servicio de la comunidad que
brinda programas para la asistencia de las personas. Podemos militar libremente
sin que nos persigan, los vecinos se expresan más tranquilos sin tener que
andar ocultando su pensamiento. Yo trabajaba en negro antes, con este gobierno
empecé a laburar en blanco. Hay una mayor estabilidad económica. También
encontramos que muchas cosas de las que veníamos reclamando fueron escuchadas
por este gobierno y puestas en marcha, como la ley de servicios de comunicación
audiovisual, como la AUH,
como el fin de las AFJP, como la necesidad de regular el mercado y a los grupos
económicos concentrados. El reconocimiento de los delitos de lesa humanidad
perpetuados por la dictadura militar, la persecución a los responsables
civiles, el develamiento de la complicidad de los medios de comunicación. Mi
militancia cambió muchísimo. Muchos compañeros empezaron a trabajar en el
Estado y a ser los protagonistas del cambio en la aplicación de las políticas
de desarrollo social. La juventud ganó un mayor protagonismo en la política, lo
que permitió una renovación y plantea, en muchos casos, la posibilidad de
seguir creciendo. En particular, he recibido muchos reconocimientos de compañeros
y amigos de que muchas cosas de las que veníamos hablando y soñando, antes de
Néstor y Cristina, hoy son realidades irrebatibles. Como, por ejemplo, el
protagonismo del Pueblo en la construcción de la patria, de su necesaria
participación para la consecución de la liberación.