SOBRE LA DECADA KIRCHNERISTA (VI)
“UN NUEVO RELATO PARA
NUESTRA HISTORIA”
Entrevista a Sandra Conte (*)
Elías Quinteros: En
la elección presidencial del año 2003, en las postrimerías del mandato de
Eduardo Duhalde, veinte millones de argentinos repartieron sus votos entre
Carlos Menem (Frente por la
Lealtad - Unión del Centro Democrático), Néstor Kirchner
(Frente para la Victoria),
Ricardo López Murphy (Movimiento Federal para Recrear el Crecimiento), Adolfo
Rodríguez Saá (Movimiento Popular Unión y Libertad), Elisa Carrió (Afirmación
para una República Igualitaria), y Leopoldo Moreau (Unión Cívica Radical). ¿Qué pensabas de Néstor Kirchner antes del acto eleccionario?
Sandra
Conte: No lo conocía.
EQ: Tras asumir como presidente, Néstor Kirchner
tuvo que enfrentar una serie de situaciones graves que requerían soluciones
urgentes, en un contexto nacional e internacional que no favorecía la gestión
gubernamental. ¿Qué hechos constituyeron sus logros más importantes?
SC: En lo
inmediato, retomar la presencia estatal en la resolución de conflictos laborales
(como fue el caso docente en Entre Ríos), fue el puntapié inicial para
posicionar nuevamente al Estado como actor social relevante con una clara
direccionalidad política. Con una mirada a más largo plazo, la reestructuración
de la deuda y la decisión de comenzar el camino de desendeudamiento, a pesar de
las críticas de propios y ajenos, (incluso por izquierda) fue la
materialización de una de las tres banderas históricas partidarias que constituyó
la base de sustentación de las otras dos. Sin independencia económica, no hay
justicia social posible y la soberanía política es una ilusión (sí, suena muy
“peroncho”, pero es tal cual!)
EQ: En el año 2007, Néstor Kirchner no buscó la
reelección presidencial. Por ese motivo, Cristina Fernández fue designada como
candidata del Frente para la
Victoria. Y, posteriormente, fue elegida como presidenta de la Nación. ¿Qué pensaste en
ese momento respecto de dicha cuestión?
SC: Pensé que si había llegado hasta allí de la manera en que
lo había hecho, algo sabía de Cristina que yo no… y “me sobraban los motivos”
para confiar en su decisión.
EQ: En el año 2008, la pretensión
gubernamental de aplicar un sistema de retenciones móviles a las exportaciones de trigo, maíz, soja y girasol, mediante la implementación de la Resolución Nº 125 del
Ministerio de Economía, generó un conflicto con las cuatro organizaciones de productores
agrícolas y ganaderos que integraron la
Mesa de Enlace (Sociedad Rural, Federación Agraria, Confederaciones
Rurales Argentinas y Confederación Intercooperativa Agropecuaria). Tal conflicto duró más de cien días y comprendió paros
patronales, piquetes rurales en las rutas y en los puentes, manifestaciones
callejeras en las ciudades, cacerolazos, desabastecimiento de alimentos,
aumento de precios, despidos de trabajadores, incendios de pastizales y hechos
de violencia en general. ¿Qué sentiste durante su desarrollo?
SC: Mucha impotencia, la sensación de que muchos compatriotas
la seguían “comprando cambiada” a la historia. Más allá de los esfuerzos por
explicar con paciencia oriental y militante los entretelones de la disputa y
los dos modelos de país que se ponían en tensión, tanta oreja de pescado
alrededor, especialmente entre quienes no usufructuaban los beneficios del
modelo que intentaba desestabilizar al gobierno, me generaba impotencia.
EQ: Al igual que Néstor Kirchner,
Cristina Fernández no tuvo una vida tranquila durante el desarrollo
de su primera presidencia (enfrentamiento con las organizaciones de
productores agrícolas y ganaderos, con el grupo de empresas Clarín, con los
partidos políticos de la oposición, etc.). ¿Qué aspectos fueron los
más relevantes?
SC: Su convicción en perseverar en la senda planeada, su
paciencia para explicar una y otra vez el sentido de las transformaciones que
se estaban consolidando, la certeza de que entre los jóvenes estaría
garantizada la continuidad del proyecto.
EQ: Aunque todavía no llegamos a la
mitad de su segundo mandato… ¿Qué cuestiones ya aparecen como las
más notorias?
SC: La fortaleza para resistir los embates cada vez más
irracionales de los poderes económicos
concentrados.
EQ: Últimamente, más de una persona considera
que algunos asuntos que inciden en la región, en el país o en la fuerza
gobernante, no son atendidos de la forma adecuada. Y, por ende, demandan la
profundización de algunos aspectos de la gestión y la corrección de otros. ¿Cuáles
tienen que ser profundizados? ¿Y cuáles tienen que ser corregidos?
SC: Profundizar, sin duda, la
redistribución no sólo material sino también simbólica de los bienes
circulantes. Hay un defasaje importante aún que atraviesa poblaciones,
territorios y demandas diversas, y ése constituye el desafío para todos los que
militamos este proyecto. En cuanto a las correcciones, creo que hay –o no hay
claramente explicitadas, mejor dicho- dos políticas claves que permitirían
saldar cuestionamientos que más allá de carecer de argumentos, no encuentran
respuestas posibles de parte de much@s de nosotr@s: una es la cuestión
ambiental y otra la de las comunidades originarias.
EQ: A veces, unas palabras tienen la capacidad
necesaria para definir a una persona. ¿Qué palabras pueden retratar a Néstor
Kirchner? ¿Y qué palabras pueden retratar a Cristina Fernández?
SC: NK: Capaz, creativo, preclaro, político. CFK: equilibrio, ovarios,
luchadora, cerebro y corazón
EQ: Uno de los rasgos distintivos del período
kirchnerista consiste en el carácter, la cantidad, la magnitud y la importancia
de los acontecimientos que están asociados al mismo. ¿Qué hecho de este período
impactó profundamente tu vida? ¿Por qué?
SC: Habilitar la construcción de un nuevo relato para nuestra
historia, pasada, presente y futura.
EQ: Una gestión gubernamental puede afectar la
existencia de una persona, en uno o en varios aspectos, positiva o
negativamente. ¿Qué cambió en la tuya a partir de la asunción presidencial de Néstor
Kirchner?
SC: La sensación de dignidad y consecuentemente de orgullo de
pertenecer a esta comunidad. La alegría de compartir con mis hijos e hijas la
construcción de una vida que vale ser vivida.
(*)
Licenciada en Comunicación (UBA)
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